jueves, 6 de enero de 2011

A un año de tu viaje...



Hace exactamente -en unas horas- un año, fui despertado por una triste noticia, pues mi querido broder de la universidad, Renato Gallessio, se nos había ido sorpresivamente. Creía que era producto de una terrible pesadilla, pero no, era la cruda y triste realidad.

Todavía recuerdo los eventos que acontecieron en aquel día, que tuvo en primer lugar dirigirnos a la casa de una amiga en Santa Beatriz, para luego emprender la penosa marcha hacia donde era velado nuestro entrañable "Gale". Y así con mis amigos, compartí uno de los días más tristes de mi vida, el solo hecho de pensar que nuestro amigo ya no nos acompañaría en la universidad, ni en las chupetas, ni en demás asuntos webbin' que nos quedaba por hacer. Incluso, el día se vio envuelta en una inusual llovizna, tanto así que parecía que incluso el cielo estaba llorando, aunque eso suene paradójico.

Al día siguiente, ya un poco más reconfortados al asimilar los hechos, y el saber que nuestro amigo estaba en un mejor lugar, comenzamos a recordar los mejores momentos que habíamos pasado con él.

Cuando volvimos a la universidad, el día 7 de cada vez (aunque no siempre se podía) la "haciamos" (y la seguiremos "haciendo") a su nombre. Incluso yo también me uní al grupo bebedor, pues a raíz de su partida, comencé a beber a manera de homenaje a mi amigo, que siempre me requintaba el porqué no tomaba. Y ahora lo hago por él, y además porque él me enseño que la vida es una sola y que, hay que disfrutarla al máximo para no ser aburriiiiiiiidos, como él solía decir.

Mi querido Gale, mañana iremos a acompañarte y sabemos que vas a estar ahí, porque tu espíritu siempre estará con las personas que más te queremos.

Tu broder, Luis-ito ^^
6/01/2011 - 10:15pm

TE QUEREMOS GALE!! SIEMPRE ESTARÁS EN NUESTROS CORAZONES, AH NORRIS!! =)

miércoles, 5 de enero de 2011

Tiempos de "vicio"...

Todavía mantengo fresco el recuerdo de mi primera consola de videojuegos, fue en 1993 (si mal no recuerdo), cuando tenía 5 años, mis papá adquirio una imitación de NES que tenía -dizque- 200 juegos incorporados cuando a lo mucho venían unos 12, solo que se repetían. Pero eso no fue motivo para que pasara largas horas jugando Super Mario Bros, Contra (con sus 30 vidas), Duck Hunt, Mappy, Rush'n Attack, etc.

Todavía recuerdo que con mi papá teníamos nuestros primeros arranques de ira y frustración cuando no podíamos pasar el nivel complicado de algún juego, e incluso me decia: "Tranquilo tranquilo, concéntrate" cuando debía saltar -por ejemplo- un largo abismo en Super Mario Bros., pues me estaba perfilando como una promesa de gamer experto.

Tiempo después, adquirimos el Maxplay, que no era otra cosa que la versión bamba del Famicom japonés, al final pasó sin pena ni gloria por mi hogar, teniendo sólo dos cartuchos (Double Dragon y Roller Games).

Ya en 1994, lo que más deseaba en esos tiempos era un Super Nintendo, una de las mejores consolas -a mi criterio- de la historia. En esos tiempos, sólo me limitaba a acudir a un "vicio" que quedaba a una cuadra de mi casa, en mi antiguo barrio de Bellavista (Callao), o ir a la casa de mi tía en los Barrios Altos para jugar Super Mario World y también recibir inmisericordes palizas por parte de mi primo en Super Formation Soccer 2 Versión Perú.

Tuve que esperar hasta Diciembre de 1995 para que mi deseo de tener un SNES se haga realidad, ya luego afinaría mis habilidades en juegos como Mortal Kombat II (aun recuerdo como carajos me vaceaba por tener ese juego), Street Fighter II, International Superstar Soccer Deluxe, Top Gear, etc. Aun recuerdo que el único método de hacer funcionar los cartuchos -si estos presentaban algo fallo o avería- era soplarlos con bastante fuerza, supuestamente para quitarle el polvo.


Conforme pasó el tiempo, el PlayStation pasaría a ser uno de mis favoritos, destacando en juegos como Winning Eleven 3, Crash Bandicoot, Resident Evil y Dance Dance Revolution. Recuerdo en el año 2002 deseaba uno más que nada, incluso una marca de papel higienico realizó un sorteo, no sé como cuantos cupones mandé, pero aun así perdí. Y recién en 2006, pude tener un PSX ya que mi sobrino (a quien trato como primo) me lo prestó y sin querer, termine quedándome con él.

Hoy en 2011, con la hegemonía de consolas como Playstation 3, XBox 360 y Wii, en realidad no me llaman la atención, puesto que debe ser a que ya son demasiado sofisticados para mí, incluso estoy pensando muy seriamente en adquirir un Playstation 2, al fin y al cabo, esta consola aun sigue vigente.


El tiempo no pasa en vano pero total, nadie podrá quitarme lo jugado en esta vida. Ah norris!!

sábado, 1 de enero de 2011

A mi viejo...

El pasado miércoles 29 fue el cumple de mi padre, de seguir aquí, hubiese cumplido 60 años, o sea era relativamente "joven", y digo joven por el espíritu alegre y lleno de vida que tenia.

Han pasado trece años -con 9 años de edad en ese entonces-, cuando mi tío me dijo: "Tu papá ya se fue". En primera instancia yo me preguntaba ingenuamente: "¿Adonde se fue?, ¿por qué no ha venido a casa?"

De pronto, veo a mi mamá y a mis hermanas romper en llanto, y fue entonces cuando entendí la frase "ya se fue", era porque mi padre había dejado este mundo y que ya había dejado de sufrir por esa penosa enfermedad que lo tuvo postrado en los últimos dos meses de su vida.

Aun recuerdo esos tristes días, en el que mi padre -en medio de su fastidio y dolor físico-, expresaba sus ganas de vivir. Pero, a esas alturas ya no se podía hacer nada por él, solo esperar a que ocurra lo inevitable.

Al morir, mi padre tenía 46 años, o sea todo un joven, como me hubiese gustado tenerlo a mi lado en estos días, para pedirle consejos, sobretodo en mi días de adolescente, y compartir demás asuntos de "padre e hijo", en pocas palabras, cosas de hombres.

Cuando se fue, sentí que tenía mucho por conocerlo, que teníamos muchas cosas y camino que recorrer con él. Pero las cosas pasan por algo, siempre nos deja una lección, por muy dolorosa y difícil que pueda ser. Y esa lección fue el ser una persona más fuerte y humilde, y que nadie tiene la vida comprada.

Hoy, trece años después, el está cuidando y cuidará de nosotros (Mi mamá, mis hermanas y yo) desde arriba, y de paso, alentará a su Sport Boys de toda la vida.

Gracias viejo!! Te quiero mucho!!