miércoles, 11 de junio de 2014

La vaina de ser 'desconvocado'



La larga espera está llegando a su fin, pues en un poco más de 24 horas, la máxima fiesta del fútbol comenzará, donde 32 equipos se disputarán el título de campeón del mundo.

Lamentablemente, algunos jugadores se perderán el privilegio de poder defender a sus divisas por culpa de caprichosas y terribles lesiones, como Radamel Falcao, quien era la carta de gol de Colombia, así como Franck Ribery (Francia), Marco Reus (Alemania), Matías Fernández (Chile), entre otros. También otros se perderán el mundial porque simplemente sus entrenadores no los tomaron en cuenta o que simplemente consideraron que su momento ya había pasado, como Ronaldinho, Kaká o Carlitos Tevez.

Dentro de los últimos mencionados, podría decir a título personal, que yo los entiendo, entiendo la bronca o desconcierto que puede generar cuando uno quiere jugar y dar lo mejor de sí, y contribuir a la victoria de tu equipo. Obviamente, nunca he participado en un Mundial de Fútbol, pero la palabra "desconvocado" es algo que yo conozco, pues como parte de mis anécdotas escolares, muchas veces no era tomado en cuenta en un sinnúmero de veces por la implacable y -a veces- cruel determinación de mis compañeros de no tomarme en cuenta para esos cortos pero ardorosos partidos de fulbito que teníamos en las sacrosantas clases de Educación Física, pues para ellos, era físicamente débil o no les parecía lo suficientemente técnico para afrontar los partidos, por lo que era relegado como "calientabancas".

Incluso, hubo una ocasión en 5° de primaria que no fui tomado en cuenta en un partido de un campeonato relámpago del colegio, celebrado un día sábado, donde nos enfrentamos a los de sexto grado. Fue tal mi bronca, que comencé a llorar de impotencia, de ¿por qué la vida era tan injusta?, ¿de qué era mucho pedir jugar el partido para poder anotar el gol de la victoria y ser levantado en hombros por mis amigos? Al final, mi equipo perdió por penales (ja ja! Ahí está pues, eso les pasa por no ponerme, por eso perdimos pues).

Bueno, volviendo a las "pichangas" de Educación Física, cuando los "mejorcitos" faltaban ese día, era mi oportunidad para mostrarme y de alguna manera, retomar mi romance con las redes, pues había jornadas malas, regulares y otras de ensueño, donde alguna vez podía lograr un "hat-trick" y convertirme en el "Jugador de la semana", que me garantizaba un puesto en el equipo "titular" de la siguiente semana.

Por eso, yo comprendo a "Dinho" y a Carlitos el no haber sido convocados para Brasil y Argentina, respectivamente, el de tener esas ganas de afrontar los partidos, y conseguir esa ansiada y a la vez, esquiva gloria. Pero que nos queda, a disfrutar de un nuevo mundial por televisión, que será el sexto que vivo, pues el de Italia '90 era un pequeño para recordar, pues tenía 2 años de edad, todo una "criança", como dirían en Brasil. En un mes veremos quien se lleva la copa.

Gud nait for nau!