sábado, 19 de diciembre de 2009

Busco novia (II): A.

Luego de que definitivamente dejara de gustarme K. y ella se iba a otro colegio (creo que a uno de esos pre-universitarios), al entrar a cuarto de secundaria me llamó la atención una chica de tercero llamada "A.", y quede encandilado por ella, recién a las tres semanas de empezado el año escolar, le pedí a un amigo, que estaba en su sección, para que me haga el bajo y hasta que por fin pude presentarme ante ella, y yo que decía: Yeeeeeeeeee!!

Pero a las finales, todo no pasaba de un hola y chau, salvo conversaciones esporádicas muy, pero muy... breves, acompañado de muchos monosílabos (si, no, bien, mal, etc.). Incluso en un evento del colegio, unas amigas suyas me dieron cabida para conversarle. Lo hice, pero con mis preguntas, podría decir que estaba cavando mi propia tumba, y así fue, yo era como una suerte de "Slam" andante: ¿cuál es tu color favorito?, ¿cual es tu programa favorito?, ¿que deporte te gusta?, preguntas suficientes como para espantarla...y resultó. Al ver A. que se me había acabado el repertorio "retorico", me soltó el clásico truco "zafistico" de: "Disculpa, pero ya me tengo que ir", y eso que la noche aun era joven. Nos despedimos y me retiró un tanto cabizbajo a mi grupo de amigos luego del intento de gileo que hice.


Esa era la primera vez que intentaba un acercamiento directo o "gileo" con una chica, y que terminó como debía terminar pues: ¡¡Hasta las huevas!! Al día siguiente, no tuve remedio en acercarme a ella durante el recreo y pedirle disculpas por mi mutismo en la noche anterior, al final, ese fue el día en que logré mayor "comunicación" con A. y los demás, fueron "holas" en el recreo y "chaus" a la salida, cosa que duró hasta el dia en que egresé, mas patético no podía ser.

Actualmente, A. es una -hermosa y felizmente- mujer casada. Mientras que yo sigo siendo un pobre diablo solterón, aunque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.


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