En el mundo de los ojos pequeños

AVISO: Si eres ‘ponja’, no te sientas ofendido y no creas que hice este post con insidia, total, SOY IGUAL QUE TÚ.

Durante toda mi vida, he tenido pocos o casi nada amigos ‘ponjas’, por lo que siempre me he socializado con personas de diversas etnias (afroperuanos, mestizos y hasta un poco de caucásicos), siendo yo prácticamente, el único asiático de mi entorno, en pocas palabras llamado cariñosamente como “El chino” en mis entornos amicales.

Ahora bien, desde hace casi tres meses vengo trabajando en una importante institución donde está concentrado la mayor parte de la comunidad nikkei, es decir la crema y nata de esta colectividad y pues, en estos tres meses he conocido más a fondo como es la idiosincrasia de su gente, donde pude confirmar los estereotipos que creaba en mi mente y comentaba con una de mis hermanas durante toda mi vida acerca de ellos.

Yendo a la parte del rico raje, entre esos estereotipos están los chibolos que siempre andan con ropa deportiva, de buena marca “of course”, ni que fueran a vestirse con buzos imitación de Adidas o Nike que usa este servidor, además de tener el último modelo de la camiseta de la selección japonesa de fútbol, y no un modelo del año 2000 como yo; y de ley pero, de recontra ley, tener siempre a la mano una consola de videojuegos portátil (llámese Nintendo DS, PSP, etc.) y un celular de última generación, y no un Motorola c650 como yo (risas), ese viene a ser el clásico arquetipo del chibolo nikkei.

Y por supuesto, si tienes padres estrictamente “tradicionalistas”, tendrás que tener solamente una novia netamente nikkei, para poder “preservar la raza” y no ser el apestado, la deshonra de la familia, igualito vendría ser un ponjita del montón para cualquiera de esas chicas que nadie le quita el hecho ser bonitas (en su mayoría), pero de que muchas de ellas son ‘fresas’, si que lo son, y además que no es del todo mi tipo de mujer, prefiero a una peruana “de buen corazón” (risas). Pero ojo: NO TODOS los padres son así, no se debe meter a todos en un mismo saco, solo que un pequeño sector de la colectividad es totalmente cerrada, por no decir elitista y/o racista. O sea, son la versión ‘jalada’ de la pituquería limeña.

En parte, agradezco el no haber encajado nunca en este entorno, pues como decía y dice mi mamá, todos ellos -al menos en el lugar donde trabajo-, son unos fijones y que siempre preguntarán: ¿Tu familia tiene negocios? ¿Vas al AFO en el verano? ¿Has a viajado a Nihon? ¿Eres familia de fulano, zutano, mengano? Te llamas Luis ¿Luis qué ah?

Total, en mis entornos yo soy “el asiático de la mancha”, y eso me basta y me sobra para sentirme especial, además que no solo veo ojos pequeños a mi alrededor. Soy ‘ponja’, pero un ‘ponja’ del pueblo, ah norris por eso!!