
martes, 14 de febrero de 2012
Busco novia: Box-set Especial por el Día de San Solitarín

miércoles, 28 de julio de 2010
Busco novia (V): "El primer beso"
Y para no perder la costumbre -con una latita de chela acompañándome-, abro otro episodio de la saga “Busco Novia”, que ya ha encantado y sacado algunas lagrimas (no se si será verdad) de mis pocos, pero fieles seguidores.
Érase un día de febrero, un día antes del “Día del Amor y la Amistad” para ser más exactos, y Horacio estaba sentado frente a la computadora. Entonces, Ximena, una amiga de la universidad le entabla conversación por el MSN, preguntándole que planes para ese día. Hasta ese momento, Horacio no sospechaba nada, y le respondió que nada, simplemente la pasaría en su casa, ella le respondió con lo mismo. Luego de varias preguntas y repreguntas relacionadas a esa fecha, Ximena le confesó a Horacio que en el ciclo pasado –que recientemente había acabado- le gustaba y que le parecía “muy lindo”. En medio de su estupor, solo le atinar a preguntar:
- ¿Y todavía te gusto?
- Hmmm, no sé, pero si vuelvo a verte, fácil me vuelves a gustar, -respondió-.
Horacio se sentía en la gloria, puesto que la chica también le gustaba algo, y además nunca antes alguien le había hecho una confesión de tal tipo.
Días después, Horacio va a buscarla a la universidad para conversar un acerca de ello, le dijo que quería conocerla un poco más, porque hasta ese entonces sus conversaciones solo se limitaban en un “hola y chau” y demás monosílabos. Horacio se dio cuenta que los rayos solares del verano son un verdadero matapasiones, ya que no inspiraba ninguna clase de acercamiento de tipo sentimental, sino más bien bochorno.
Pero aquí todo se complica para Horacio, ya que en esos días estaba manteniendo un estrecho contacto –virtual por supuesto- con Giovanna, otra chica de la universidad, que hasta en ese momento solo la conocía de vista, sintiendo por ende una atracción hacía ella, y fue así cuando las dudas comenzaron a invadir su ser con respecto a Ximena. Buscó ayuda “profesional”, a un “verdadero experto en la materia”, y al final recurrió al consejo de Leopoldo, uno de sus mejores amigos de la universidad.
- ¡A nada!, -pensó él-.
Y después de contarle la situación, Leopoldo le dijo que tuviese tranquilidad, que a cualquiera le puede pasar y que escoja a la chica con quien se sienta más a gusto.
Un par de días después, Horacio se encuentra a Ximena por el MSN para decirle lo “confundido” que se sentía y que no sabía que es lo que quería en cuanto a esa eventual relación. Y ella, “en one” le dijo (escribió) que si tenía algo que decir, que lo hiciera, ya que a ella no le gustaba que le vengan con rodeos ni con huevaditas. La molestia de Ximena era evidente, -pues a nadie le gusta que lo cancelen, peor si se trata de una chica- cosa que Horacio quiso comprobar con un ingenuo “¿Estás molesta?”. Obviamente, Ximena lo negó y posteriormente escribió en su Facebook acerca de “esa gente insegura y que no sabe lo que quiere”, lo que claramente eran unas indirectas contra el pobre Horacio que en realidad, tenía las mejores intenciones de no hacer daño a nadie y que sin querer, se convirtió en un rompecorazones.
Al empezar un nuevo ciclo académico, tuvieron que pasar varios meses para que Horacio y Ximena volviesen a entablar una conversación, luego de que este, abortara (por no decir, fracasara) todo plan de conquista hacía Giovanna por culpa de su maldita timidez e inseguridad, que para concha, no podía mantener ni cinco minutos de conversación con ella, porque según él, “se le acababan las ideas” y que además fue “cruelmente cancelado” para una salida al cine, cosa que desencadenó en su repentina iniciación a libar alcohol y posterior inclusión en las chupetas con sus amigos, que hasta ese momento, el era el “amigo elegido”.
La cosa es que hubo un par de días que ambos tenían clases nocturnas y que conversaron por más de una hora en el paradero, gracias a ese par de días, lograron conocerse un poco más, conversando muy amenamente acerca de lo que había ocurrido en el verano, y que incluso Ximena le confesó a Horacio haberle jodido que la haya “cancelado” por otra chica y al final, por las circunstancias en las que se desarrollaba la conversación, Horacio logró estampar sus labios sobre los de Ximena, teniendo de esta manera, su primer beso. Horacio sentía que estaba volando por los aires y que por fín había encontrado el amor. Pero en medio de ese momento húmedo y cursi, Horacio cometió el error de decirle para estar, cosa que no debió hacer porque no necesariamente el beso implicaba comenzar una relación, sino más bien se trató de un hecho fortuito, al final no pasó nada y, Horacio y Ximena quedaron como amigos, y que de alguna manera ella le pagó a Horacio con la misma moneda que este le había “pagado” en el verano.
Pero Horacio, fuera de que se hayan “vengado” de él, entendió que su primer beso es de esos momentos que jamás se olvidan y que hacen la vida más bonita, interesante e inesperada.
jueves, 8 de abril de 2010
Busco novia (IV): R.
jueves, 25 de febrero de 2010
Busco novia (III): P. "La continuación"
Me detuve, la mire de frente y le dije lo mucho que me gustaba, que no podía dejar de pensar en ella, y entonces, ella sonrió con una clara muestra de sorpresa, pero no me decía nada y solo me sonreía, y yo creía que eso era una buena señal, me dije en mi mente: "¡Voy a lograrlo!", pero me dijo con sinceridad que no se lo esperaba, quizás porque fui muy aprisa, ya que había pasado una semana después de volver a frecuentarla, como no me decía ni si ni no, opte por decirle que lo piense bien, y que estaría dispuesto a esperar su respuesta, y así fue.
La semana siguiente, un martes para ser más exacto, "P" y yo salíamos de clase, y mientras que nos dirigíamos a su paradero, cometí el error de detenerme y preguntarle si ya tenía una respuesta en cuanto a lo "nuestro", en vez de dejar que las cosas fluyan por si mismas, mi apresuramiento pudo más, quizás porque días después terminarían las clases y sería mas difícil vernos y porque era un tremendo novato en estas cuestiones feelin'. Nuevamente se quedó en silencio, esta vez todo estaba totalmente claro, y para no joder más la cosa, le dije que lo mejor era que sigamos siendo amigos, y nos dirigimos al paradero por mi parte con una aparente calma, aunque me sentía derrotado por dentro.
Luego de embarcarla, lo único que quería hacer era sentarme a llorar, pero no sé porque no podía, hasta que tomé mi transporte y ahí recién pude derramar algunas lagrimas que -por cierto- no fueron muchas.
Días después, la seguí viendo en la academia, aunque ya no con la frecuencia de antes, tal vez porque me sentía algo palteado, hasta que una semana después, coincidimos en el termino de una clase, nos quedamos un rato haciendo hora, y después ya, nos dirigimos a su paradero -para no perder la costumbre- y no recuerdo como, comenzamos a conversar de ese día, y me dijo que tenía sus dudas en cuanto a la respuesta que me había dado días atrás y que fácil podríamos estar. Mi "yo" interior estaba saltando de alegría, y así fue como quedamos en vernos un día, ya que en esos, "P" estaba en las postrimerias de su preparación para ingresar a la universidad.
Paso una semana, y llegó el día en que quedamos vernos, ¿el lugar?: "Parque dela Exposición", se trataba de mi primera cita, salida, como quieran llamarlo, y estaba algo nervioso, y la verdad que -a titulo personal- hmmmm, me fue algo mal, según ella me dijo que la paso bien, pero yo sentí que llegue a aburrirla con temas tan tontos y triviales que no mencionaré, antes que ustedes -seguidores de mis Luisicitudes-, me batan (risas). Aunque al final, las aguas se calmaron con un tema de conversación más ameno que me hizo reír bastante dicho sea de paso, y hasta que llegó el momento de irnos, aunque yo hice escalas en otros lugares -para reflexionar o deprimirme más- antes de irme a casa.
Los meses siguientes fueron de los más patéticos y solitarios de mi vida, además que no tenía un rumbo fijo en mi plan de vida (no trabajaba, ni estudiaba en ese entonces), gorreaba constantemente mensajes de texto en el celular de mi mamá para saludar a "P", en espera a que estos sean respondidos.
Meses después, iniciando oficialmente mi vida de estudiante universitario y con trabajo, decidí olvidarme de "P" y viéndola solo como una amiga, por ende, miré hacia otras "coordenadas" (ya esas serán otras historias), hasta que llegó junio del 2009, y comencé a pensar en ella otra vez, hasta que un día, me animé a invitarla al cine y accedió, y yo, feliz como una lombriz.
Entonces llegó el día en que volvería a verla después de un año y 3 meses aproximadamente, y cuando la vi, seguía así de linda como la última vez, quedamos en mutuo acuerdo, ver la película "La profecía del no nacido", ver semejante película de terror se volvió especial por el simple hecho de verla en tan grata compañía, luego de la película nos pusimos a charlar amenamente, esta vez más fluido (Gracias a Dios), me dí cuenta que estamos mejor como estamos, como amigos, aunque quien sabe que pueda pasar en el futuro, ya que la vida -tal como me dijo un amigo- "es un eterno y hermoso devenir".Al final , terminamos la cita con fotos que todavía guardo en el disco duro de mi computadora... y de mi corazón.