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martes, 14 de febrero de 2012

Busco novia: Box-set Especial por el Día de San Solitarín



Bueno, con un temblor que sirvió de previa, llegó el Día de San Valentín, aquella festividad donde los emparejados buscan recordarte lo tan "Forever alone" que estás, o en todo caso, la fecha que te hace recordar lo "Forever alone" que puedes ser.

No opinaré mucho del tema, porque ya publiqué algo relacionado hace dos años . De más está decir que en unas horas, cientos de tórtolos llenarán los distintos parques y 'telos' que abundan en la capital.

El motivo de mi post: El Box-set especial de la Saga "Busco Novia" (con todos los capítulos y demás), dedicado para todos aquellos que recién siguen mi blog:

Capítulo 3: "P" Parte 1 - Parte 2

miércoles, 28 de julio de 2010

Busco novia (V): "El primer beso"

Por primera vez, me estoy atreviendo a postear desde un vacío documento en Word, para posteriormente colgarlo en el blog, ya que las ansias de volver a escribir debían volver tarde o temprano, aunque claro, esto no es lo mismo.

Y para no perder la costumbre -con una latita de chela acompañándome-, abro otro episodio de la saga “Busco Novia”, que ya ha encantado y sacado algunas lagrimas (no se si será verdad) de mis pocos, pero fieles seguidores.

Érase un día de febrero, un día antes del “Día del Amor y la Amistad” para ser más exactos, y Horacio estaba sentado frente a la computadora. Entonces, Ximena, una amiga de la universidad le entabla conversación por el MSN, preguntándole que planes para ese día. Hasta ese momento, Horacio no sospechaba nada, y le respondió que nada, simplemente la pasaría en su casa, ella le respondió con lo mismo. Luego de varias preguntas y repreguntas relacionadas a esa fecha, Ximena le confesó a Horacio que en el ciclo pasado –que recientemente había acabado- le gustaba y que le parecía “muy lindo”. En medio de su estupor, solo le atinar a preguntar:
- ¿Y todavía te gusto?
- Hmmm, no sé, pero si vuelvo a verte, fácil me vuelves a gustar, -respondió-.

Horacio se sentía en la gloria, puesto que la chica también le gustaba algo, y además nunca antes alguien le había hecho una confesión de tal tipo.

Días después, Horacio va a buscarla a la universidad para conversar un acerca de ello, le dijo que quería conocerla un poco más, porque hasta ese entonces sus conversaciones solo se limitaban en un “hola y chau” y demás monosílabos. Horacio se dio cuenta que los rayos solares del verano son un verdadero matapasiones, ya que no inspiraba ninguna clase de acercamiento de tipo sentimental, sino más bien bochorno.

Pero aquí todo se complica para Horacio, ya que en esos días estaba manteniendo un estrecho contacto –virtual por supuesto- con Giovanna, otra chica de la universidad, que hasta en ese momento solo la conocía de vista, sintiendo por ende una atracción hacía ella, y fue así cuando las dudas comenzaron a invadir su ser con respecto a Ximena. Buscó ayuda “profesional”, a un “verdadero experto en la materia”, y al final recurrió al consejo de Leopoldo, uno de sus mejores amigos de la universidad.
- ¡A nada!, -pensó él-.
Y después de contarle la situación, Leopoldo le dijo que tuviese tranquilidad, que a cualquiera le puede pasar y que escoja a la chica con quien se sienta más a gusto.

Un par de días después, Horacio se encuentra a Ximena por el MSN para decirle lo “confundido” que se sentía y que no sabía que es lo que quería en cuanto a esa eventual relación. Y ella, “en one” le dijo (escribió) que si tenía algo que decir, que lo hiciera, ya que a ella no le gustaba que le vengan con rodeos ni con huevaditas. La molestia de Ximena era evidente, -pues a nadie le gusta que lo cancelen, peor si se trata de una chica- cosa que Horacio quiso comprobar con un ingenuo “¿Estás molesta?”. Obviamente, Ximena lo negó y posteriormente escribió en su Facebook acerca de “esa gente insegura y que no sabe lo que quiere”, lo que claramente eran unas indirectas contra el pobre Horacio que en realidad, tenía las mejores intenciones de no hacer daño a nadie y que sin querer, se convirtió en un rompecorazones.

Al empezar un nuevo ciclo académico, tuvieron que pasar varios meses para que Horacio y Ximena volviesen a entablar una conversación, luego de que este, abortara (por no decir, fracasara) todo plan de conquista hacía Giovanna por culpa de su maldita timidez e inseguridad, que para concha, no podía mantener ni cinco minutos de conversación con ella, porque según él, “se le acababan las ideas” y que además fue “cruelmente cancelado” para una salida al cine, cosa que desencadenó en su repentina iniciación a libar alcohol y posterior inclusión en las chupetas con sus amigos, que hasta ese momento, el era el “amigo elegido”.

La cosa es que hubo un par de días que ambos tenían clases nocturnas y que conversaron por más de una hora en el paradero, gracias a ese par de días, lograron conocerse un poco más, conversando muy amenamente acerca de lo que había ocurrido en el verano, y que incluso Ximena le confesó a Horacio haberle jodido que la haya “cancelado” por otra chica y al final, por las circunstancias en las que se desarrollaba la conversación, Horacio logró estampar sus labios sobre los de Ximena, teniendo de esta manera, su primer beso. Horacio sentía que estaba volando por los aires y que por fín había encontrado el amor. Pero en medio de ese momento húmedo y cursi, Horacio cometió el error de decirle para estar, cosa que no debió hacer porque no necesariamente el beso implicaba comenzar una relación, sino más bien se trató de un hecho fortuito, al final no pasó nada y, Horacio y Ximena quedaron como amigos, y que de alguna manera ella le pagó a Horacio con la misma moneda que este le había “pagado” en el verano.

Pero Horacio, fuera de que se hayan “vengado” de él, entendió que su primer beso es de esos momentos que jamás se olvidan y que hacen la vida más bonita, interesante e inesperada.


jueves, 8 de abril de 2010

Busco novia (IV): R.

Lo prometido es deuda.

Luego de las estupendas celebraciones por los primeros 365 días de este, su humilde blog, regreso con un capítulo más de la saga "Busco novia", el cual ya puedo estar augurando una serie de críticas, sean positivas o negativas.

A ver, ¿se acuerdan el capítulo anterior? Aquí un breve extracto para refrescarles la memoria:

Meses después, iniciando oficialmente mi vida de estudiante universitario y con trabajo, decidí olvidarme de "P" y viéndola solo como una amiga, por ende, miré hacia otras "coordenadas" (ya esa será otra historia)

Todo empezó en diciembre del 2008, -luego de pasar 4 meses trabajando en una conocida cadena de pizzerias- un día me fijo en mi hi5, y veo que me agrega una chica bien linda, trato de averiguar de quien se trata, y me dí cuenta que estaba mas o menos dentro del entorno del DDR (Dance Dance Revolution, popular videojuego de baile), me vuelvo a fijar en sus fotos y había terminado por encandilarme.

Días después, comienzo a escribirle comentarios -alturados y educados obviamente- a sus fotos, como quien entra en confianza, y ya luego me contestaba los comentarios y comentaba una que otra foto mía afin al Pump it Up, así supe que a veces ella frecuentaba un local de videojuegos al cual soy asiduo cliente.

Un día, jugando en el susodicho local, sabiendo que era cuestión de tiempo que ella bajara al lugar, y entonces... sucedió, la vi y el corazón comenzó a hacer su trabajo: Latir mas fuerte (risas). Estaba acompañada de un amigo suyo, cosa que me generó pequeñas dudas. Ya una vez terminado mi juego, empece con el "habla" de rigor, cosa que habrá durado unos 15 o 20 minutos nomas, porque solo estaba de pasada. Ese mismo día, recibí un mensaje de ella en mi hi5, dandome su correo y quedar un día para conversar más y de paso, jugarnos unos creditos en la maquina de baile. ¿Y yo? Más contento no podía estar.

El siguiente encuentro, fue un día antes de Nochebuena, en el mismo lugar, y está vez ya estábamos más entrados en confianza. Ya luego nos veríamos una vez más antes de terminar el año.

Ya pasado las celebraciones de Año Nuevo, el tercer día del 2009 para ser más exacto, fui a otro concurrido local de esos, -previo mensaje de texto de ella para encontrarnos ahí-, jugamos todo chevere, de paso que conocí a su amiga, quien por ese entonces, ya se había integrado al entorno DDR, hasta que llegó la hora en que "R." debía marcharse a casa, porque un amigo suyo había ido a recogerla en un carro. Pero, un rato después y para sorpresa mía, ella regresa y me pide que la acompañe, y yo, no corto ni perezoso, accedo. Me sentía lo máximo y sobretodo, más pedido que nunca (risas).

Días después, nos seguiríamos encontrando, hasta que un día, recibo un mensaje de ella, diciéndome para salir a caminar y conversar. La recogí a la salida de un conocido instituto de ingles. Empezamos a caminar y conversar como solíamos hacerlo, y me dije a mi mismo: "Creo que me está dando cabida". Y eso parecía, porque nos sentamos en una banca de un complejo residencial cercano a su casa, y con lo bien acercados que estábamos, sabía lo que debía hacer.

La miré a los ojos y le dije lo mucho que me gustaba y que pensaba en ella cada vez que me despertaba y me acostaba, lo mucho que teníamos en común. Estaba seguro en cobrarme la revancha por lo sucedido en el capítulo anterior. En vez de decirme una respuesta positiva, solo atinó a decir que "no se lo esperaba" (¿¡otra vezzzzz!?) y que debía conocernos mássss (otra vez la burra al trigo). Ni siquiera la música feelin' que se escuchaba en mi MP4, salvó la situación.

Días después, nos volvemos a encontrar y al principio un poco de incomodidad, ya luego se volvería a la normalidad, seguiríamos saliendo a caminar y conocernos másssss. Luego supe, por ella, que pertenecía (o pertenece) a una comunidad cristiana, todo eso complementado con que su padre y su hermano eran unos celosos "de campeonato", y que eran capaces -en especial este último-, de hacerle un chongo de proporciones bíblicas a cualquiera que la pretendiese. Así comprendí su forma de ser, porque no dejaba que -al menos- la abrace del hombro o -mucho menos- tomarla de la mano. Gracias a todo esto, salía prácticamente todos los días a la calle, so riesgo de ser reprendido por mi señora madre por -según ella- despilfarrar el dinero de mi liquidación.

Pasaron los días, hasta que llegó el día de su cumpleaños, fecha a la cual ya me había invitado con hartos días de antelación. Llegué, todo, le dí su regalo (una caja con un dibujo de unas rosas, que contenían chocolates), estaban reunidos los amigos de su comunidad, y aparte, mis dos amigos del entorno del DDR/PIU, cuya amistad se afianzo con sendas caminatas. Un par de horas después, era el momento de ponerse a mover el esqueleto, ritmos como merengue, dance, y algo de ritmos toneros, pero con letras de corte cristiano. Al final, nos quedamos mis dos amigos y yo para limpiar y luego ver una película que tenia como tema -para variar- cosas ligadas a la Biblia y Jesucristo.

Durante la película, R. y yo nos pusimos a conversar -mientras que nos tomamos de la mano- acerca de como eran las relaciones entre los miembros de su comunidad, a los cuales no se les llamaban "enamorados", sino "amigos especiales", y que en una cierta etapa de su relación debían hacer como que uno de ellos "muere", en pocas palabras, esto implicaba no tener ningún clase de contacto de esa persona. Cuando R. me contó eso, me quede huevón y me parecía una verdadera locura, de pensar el hecho de no poder estar cerca a la persona que más quieres, nomas porque el líder de tu comunidad le da la gana de imponer ciertas restricciones, con el pretexto de llegar bien al Paraíso. Pero bueno pues, toda clase de fe debe de respetarse.

Incluso, tuve la oportunidad de asistir a una de sus reuniones de su comunidad, reuniones que según ella, te cambiaban la vida, pero estaba convencido que invertir mi tiempo en esos lugares no era lo mío, y así fue pues. Total, con las justas me he bautizado.

Llegado el inicio de un nuevo ciclo académico y por ende, el fin de las vacaciones veraniegas, deje de ver a R., hasta que un par de meses después quedo con ella para encontrarme en local de siempre, pero ya nada era igual. Y si era para caminar, ahora ya nos seriamos los dos, sino uno más, un amigo de su comunidad que era algo así como una suerte de chaperón y así frustrar todo plan de conquista. Al final, con R. todo quedó en amistad, solo que ahora el contacto es mínimo, a pesar de todo, la estimo mucho.

Semanas después, invitaría a mi amor platónico, P., al cine.



jueves, 25 de febrero de 2010

Busco novia (III): P. "La continuación"

Continuación y final del tercer capítulo , no es la gran cosa pero, a nada!!

Me detuve, la mire de frente y le dije lo mucho que me gustaba, que no podía dejar de pensar en ella, y entonces, ella sonrió con una clara muestra de sorpresa, pero no me decía nada y solo me sonreía, y yo creía que eso era una buena señal, me dije en mi mente: "¡Voy a lograrlo!", pero me dijo con sinceridad que no se lo esperaba, quizás porque fui muy aprisa, ya que había pasado una semana después de volver a frecuentarla, como no me decía ni si ni no, opte por decirle que lo piense bien, y que estaría dispuesto a esperar su respuesta, y así fue.


La semana siguiente, un martes para ser más exacto, "P" y yo salíamos de clase, y mientras que nos dirigíamos a su paradero, cometí el error de detenerme y preguntarle si ya tenía una respuesta en cuanto a lo "nuestro", en vez de dejar que las cosas fluyan por si mismas, mi apresuramiento pudo más, quizás porque días después terminarían las clases y sería mas difícil vernos y porque era un tremendo novato en estas cuestiones feelin'. Nuevamente se quedó en silencio, esta vez todo estaba totalmente claro, y para no joder más la cosa, le dije que lo mejor era que sigamos siendo amigos, y nos dirigimos al paradero por mi parte con una aparente calma, aunque me sentía derrotado por dentro.


Luego de embarcarla, lo único que quería hacer era sentarme a llorar, pero no sé porque no podía, hasta que tomé mi transporte y ahí recién pude derramar algunas lagrimas que -por cierto- no fueron muchas.


Días después, la seguí viendo en la academia, aunque ya no con la frecuencia de antes, tal vez porque me sentía algo palteado, hasta que una semana después, coincidimos en el termino de una clase, nos quedamos un rato haciendo hora, y después ya, nos dirigimos a su paradero -para no perder la costumbre- y no recuerdo como, comenzamos a conversar de ese día, y me dijo que tenía sus dudas en cuanto a la respuesta que me había dado días atrás y que fácil podríamos estar. Mi "yo" interior estaba saltando de alegría, y así fue como quedamos en vernos un día, ya que en esos, "P" estaba en las postrimerias de su preparación para ingresar a la universidad.


Paso una semana, y llegó el día en que quedamos vernos, ¿el lugar?: "Parque dela Exposición", se trataba de mi primera cita, salida, como quieran llamarlo, y estaba algo nervioso, y la verdad que -a titulo personal- hmmmm, me fue algo mal, según ella me dijo que la paso bien, pero yo sentí que llegue a aburrirla con temas tan tontos y triviales que no mencionaré, antes que ustedes -seguidores de mis Luisicitudes-, me batan (risas). Aunque al final, las aguas se calmaron con un tema de conversación más ameno que me hizo reír bastante dicho sea de paso, y hasta que llegó el momento de irnos, aunque yo hice escalas en otros lugares -para reflexionar o deprimirme más- antes de irme a casa.


Los meses siguientes fueron de los más patéticos y solitarios de mi vida, además que no tenía un rumbo fijo en mi plan de vida (no trabajaba, ni estudiaba en ese entonces), gorreaba constantemente mensajes de texto en el celular de mi mamá para saludar a "P", en espera a que estos sean respondidos.


Meses después, iniciando oficialmente mi vida de estudiante universitario y con trabajo, decidí olvidarme de "P" y viéndola solo como una amiga, por ende, miré hacia otras "coordenadas" (ya esas serán otras historias), hasta que llegó junio del 2009, y comencé a pensar en ella otra vez, hasta que un día, me animé a invitarla al cine y accedió, y yo, feliz como una lombriz.


Entonces llegó el día en que volvería a verla después de un año y 3 meses aproximadamente, y cuando la vi, seguía así de linda como la última vez, quedamos en mutuo acuerdo, ver la película "La profecía del no nacido", ver semejante película de terror se volvió especial por el simple hecho de verla en tan grata compañía, luego de la película nos pusimos a charlar amenamente, esta vez más fluido (Gracias a Dios), me dí cuenta que estamos mejor como estamos, como amigos, aunque quien sabe que pueda pasar en el futuro, ya que la vida -tal como me dijo un amigo- "es un eterno y hermoso devenir".Al final , terminamos la cita con fotos que todavía guardo en el disco duro de mi computadora... y de mi corazón.

domingo, 21 de febrero de 2010

Busco novia (III): P.

Continuando con esta patética saga de mis patéticas peripecias amorosas, entro a un capitulo el cual considero quizás, el más significativo.

Luego de pasar una temporada en la insufrible academia Pamer, donde descubrí el mundo de las verdaderas "chicas bonitas y medio huecas", me mande a mudar a la academia Saco Oliveros, donde si se respiraba un aire de tranquilidad y libertad en comparación a la otra academia.

Había pasado un año y unos meses de mi estancia en dicho centro de estudios y me estaba encaminando a mi tercer intento de ingresar a la Universidad Nacional Federico Villarreal, cuando conocí a una chica de inicial "P.", y me cayo recontra chevere, pero mi lado enamoradizo pudo más (de nueva cuenta), sus ojitos "chinitos" y su sonrisa al hablarle bastaron. Lo malo fue que -cosa que influyó mucho- no volví a conversar con ella hasta el 14 de febrero (si, Día del Amor y la Amistad), cuando de casualidad la encontré y la salude por la mentada fecha, comentándome que se quedaría en una clase de la tarde. Yo ya estaba decidido -ese día- irme a casa temprano, ademas que el hambre me llamaba, pero decidí que era tiempo de recuperar el tiempo perdido y quedarme en la clase que ella entraría. Logré sentarme junto con ella (primer objetivo completado), conversandonos por ratos mientras el profesor de turno no nos estuviese observando.

Al pasar de los días, me quedaba en las clases de la tarde con el único motivo de verla y conversarle (un poquito, pero conversarle al fin y al cabo), ya que en la mañana, pertenecíamos a diferentes salones y eso me jodía. Hasta que así llegó el día en que planeé declararmele, ese día fue una odisea total, todo comenzó en la tarde en que nos encontramos para estudiar en la biblioteca. Nunca me había sentido tan nervioso y tenso en toda mi vida y decidí salir de ese lugar aduciendo que ya me iba. Pero no me iba a ir, entre a un salón vacío, para pensar mejor en lo que iba a hacer, pues se trataba de la primera vez que me declaraba a una chica.

Por ratos, pensaba en tirar la toalla, pero si no lo hacía, me sentiría hasta las tremendas huevas y lo lamentaría por el resto de mi vida, así que no me amilane, -más el animo que me dio una amiga a quien estimo muchísimo- decidí quedarme hasta la hora en que "P." salga de estudiar, cosa que duró como dos o tres horas desde el momento que había abandonado la biblioteca. Me dijo que pensaba que ya me había ido, y le respondí que la estaba esperando porque quería "contarle algo".

Salimos, mientras que yo estaba hecho un manojo de nervios, decidí "atacar" llegando a la esquina, y me dije en mi mente: "¡Es ahora o nunca!" Me detuve, la mire de frente y le dije lo mucho que me gustaba, que no podía dejar de pensar en ella, y entonces...

CONTINUARA...

miércoles, 13 de enero de 2010

Busco novia (Bonus Stage I): El vídeo que me mató

Era 1999, y era la época del furor de los Parchis argentinos -y los primeros cachuelos de Carlos Galdos ("Oshee, Lacra!")-, que no eran mas que una burda imitación de los Parchis originales (España), cosa que no sabía hasta un par de años después.

A pesar de eso, esos 5 parrilleros alegraron mis mañanas veraniegas de ese entonces y del año pasado -en pleno vacacional de matemáticas-, cuando hicieron su aparición en la televisión lorcha (1998). Y como todo chibolo, me enamoré perdidamente de Sandra (la ficha amarilla), pero fue un embobamiento-idiotizamiento tal, que deseaba poder soñar con ella, o tener una oportunidad de verla en persona (cosa que nunca sucedio T_T) incluso, escribía poemas por ella y le pedía a mi mamá que me compre revistas donde salgan los Parchis para solamente ver a Sandra, mas patético no podía ser.

Hasta que llegó ese triste día, una mañana de febrero de 1999 para ser más exacto, viendo a los Parchis como de costumbre, y salió un nuevo vídeo musical llamado "Si supieras", donde tenian como protagonistas a Juanpi (el gay), Julian y a una oxigenada Sandra (¡¿Qué mierda se hizo en el cabello?!), donde Juanpi supuestamente, siente celos y tristeza al ver a Sandra con Julian. Yo también tenía los mismos sentimientos, todo esto coronado con un beso en la boca entre Sandra y Julian. Al ver esa escena, sentí como el mundo se vino encima y rompió con todas mis ilusiones y sueños que cualquier niño de 11 años podía tener.

Años después, cuando los Parchis nunca más asomaron sus caras en el Perú, recién me dí cuenta que Sandra, en esencia, se veía bien disforzada y que se creía la más rica, y si que lo estaba. No por nada me había enamorado de ella. En fin, son cosas que pasan.


Aquí esta el susodicho vídeo que me "mató"

sábado, 19 de diciembre de 2009

Busco novia (II): A.

Luego de que definitivamente dejara de gustarme K. y ella se iba a otro colegio (creo que a uno de esos pre-universitarios), al entrar a cuarto de secundaria me llamó la atención una chica de tercero llamada "A.", y quede encandilado por ella, recién a las tres semanas de empezado el año escolar, le pedí a un amigo, que estaba en su sección, para que me haga el bajo y hasta que por fin pude presentarme ante ella, y yo que decía: Yeeeeeeeeee!!

Pero a las finales, todo no pasaba de un hola y chau, salvo conversaciones esporádicas muy, pero muy... breves, acompañado de muchos monosílabos (si, no, bien, mal, etc.). Incluso en un evento del colegio, unas amigas suyas me dieron cabida para conversarle. Lo hice, pero con mis preguntas, podría decir que estaba cavando mi propia tumba, y así fue, yo era como una suerte de "Slam" andante: ¿cuál es tu color favorito?, ¿cual es tu programa favorito?, ¿que deporte te gusta?, preguntas suficientes como para espantarla...y resultó. Al ver A. que se me había acabado el repertorio "retorico", me soltó el clásico truco "zafistico" de: "Disculpa, pero ya me tengo que ir", y eso que la noche aun era joven. Nos despedimos y me retiró un tanto cabizbajo a mi grupo de amigos luego del intento de gileo que hice.


Esa era la primera vez que intentaba un acercamiento directo o "gileo" con una chica, y que terminó como debía terminar pues: ¡¡Hasta las huevas!! Al día siguiente, no tuve remedio en acercarme a ella durante el recreo y pedirle disculpas por mi mutismo en la noche anterior, al final, ese fue el día en que logré mayor "comunicación" con A. y los demás, fueron "holas" en el recreo y "chaus" a la salida, cosa que duró hasta el dia en que egresé, mas patético no podía ser.

Actualmente, A. es una -hermosa y felizmente- mujer casada. Mientras que yo sigo siendo un pobre diablo solterón, aunque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.


lunes, 14 de diciembre de 2009

Busco novia (I): K.

El título de este post, que de por sí, suena sugestivo y basado en el blog del mismo nombre, porque de alguna manera me siento identificado con Renato Cisneros, identificado en una persona que -según sus historias- no ha tenido mucho éxito en el amor, y buscando desesperadamente al amor de su vida, la busqueda de ese amor, que aun me es esquivo, y que por eso intentaré recordar y compartir con ústedes mis más memorables "conquistas" (asi, entre comillas) o "Luisicitudes" con el sexo opuesto, obviamente lo haré por capítulos, vamos a ver que tal resulta.

Pues esta historia se remonta en el año 2000, año el cual empecé con pie derecho la secundaria, ya que fue el único año que salí invicto, pues un año después me pelearía con las matemáticas, bronca que tengo hasta el día de hoy.

Pero vayamos a lo que se centra la historia, resulta que habia una chica nueva en mi lonsa, cuyo nombre solo citare con su primera letra: K. Y bueno pues, le hacia el habla, todo chevere y de paso, ya me empezaba a gustar. Hasta que un día, en mi salón se les ocurrió jugar el famoso y estupido juego del "amigo secreto", por cosas del destino me tocó a "K", y los días siguientes le comencé a mandar unas bien elaboradas cartas desde una maquina de escribir, marca Olympia y donde escribía el saludo y una que otra pista improbable para que de alguna manera descubriese la identidad de un tal "Mr.X" (mi seudónimo). Prácticamente le escribía cartas todos los días, todas con la misma dedicación que puede tener un chibolo cuando esta embobado y entonces... sucedio, empezaría un calvario que duraría hasta el final del siguiente año.


Un día, ingenuamente puse mi carta cuando todos me estaban viendo, y para colmo, fui el único de ese día. Al momento en que mi profesora revisa la caja y dice: "K.V.", comenzó los típicos grititos y silbidos cuando buscar emparejar a alguien con otra persona, ya se imaginarán como me puse, así que no hace falta decirlo.

En los meses restantes, mis miedos se hicieron presentes, ya no podía mediar palabra alguna con K. a pesar de la presión de mis amigos, mas empeoraba las cosas, hasta que el mes de diciembre arribó, y decidieron organizar -para variar- un intercambio de regalos, K no me salió en el papelito, pero un amigo que si le tocó a ella, me hizo un favor (sin pedírselo) e intercambiamos. Y llegó el día del intercambio, era el turno de dar mi regalo a K: una taza con un peluche adentro y cuando me le acercó para otorgarle el presente, le estampo un beso en la mejilla, que fue celebrado por todo el salón con gritos, golpes de carpeta y demás arengas.

Volviendo de las vacaciones de verano, esta vez, entrando a segundo de media (2001), y con la pequeña esperanza de que K. y yo podíamos ser pareja, pero lo peor estaba por venir. Ese año, tanto fué que nuestros compañeros nos molestaban, ella les gritaba y les decía en una: "No me gusta ese...", complementándola con una irascible y asqueada mirada contra mi persona, en pocas palabras, me miraba con una cara de mierda al estilo "María Joaquina" con el negro "Cirilo" de "Carrusel", cara que se repitió hasta el fin de ese año que fue para el verdadero olvido.

Al año siguiente (2002), ya en tercero de secundaria, al inicio aún quedaba en ella una pizca de miradas poco amistosas hacia mí, pero a medida que pasaba el año y veía que ya no quería nada con ella, cosa que ya se había materializado en mi mente a finales del año pasado, ya no me "lanzaba dardos" e incluso me hablaba un poco, pero aún me sentía intimidado con su presencia por lo que expuse lineas mas arriba. Ya en ese entonces, estaba fijando mi mirada en una chica que estaba en un grado menos que yo, pero eso ya es otra historia...